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ARQUITECTURA EGIPCIA

1. El paisaje de Egipto.

Egipto es el Nilo, y para comprender su tierra, sus gentes y la arquitectura que construyeron es preciso entender primero al río. Es el más largo del mundo.

El Nilo fue un factor cultural que estableció en gran medida el ritmo vital de los egipcios, con su parsimonioso discurrir de sur a norte, de las tierras altas, que los antiguos egipcios llamaban Alto Egipto, a las planicies del delta, o Bajo Egipto, circulando con un cadencioso ritmo de crecidas y bajadas que jamás se alteraba sustancialmente. El otro factor importante fue el sol, con la inmutable precisión de su recorrido de este a oeste, desplazándose siempre perpendicularmente al río en medio un cielo habitualmente despejado, siguiendo imperturbablemente día tras día, su ciclo eterno. El río y el sol establecieron ejes perpendiculares que dominaron la vida y la arquitectura egipcias. Como se puede observar al analizar el templo egipcio, su arquitectura se desarrolla siempre según una estructura axial, organizada en ángulo recto con respecto al eje del río. Esos dos ejes, del río y el sol, forman también la base para la retícula ortogonal de los campos y ciudades egipcios, como puede verse en el plano de la ciudad de el-Lahum, construida por el faraón Sesostris II. La ciudad se erigió junto al río, exactamente enfrente de la pirámide que el faraón estaba construyendo para si mismo en la otra orilla, con el fin de servir de alojamiento a los funcionarios, artesanos y obreros que estaban trabajando en la construcción del complejo funerario.

1. La cultura de Egipto.

Los antiguos egipcios vivían apaciblemente los interminables ciclos de la vida determinados por el sol y el río; no percibían el cosmos como algo sujeto al capricho de los dioses, sino como un todo continuo e inmutable. Muy pronto desarrollaron una visión de la vida profundamente conservadora. Las cosas nunca serían tan buenas como lo habían sido en el tiempo de la creación, esa época dorada en que los dioses habitaron en la tierra.

En consecuencia, los cambios experimentados durante los dos mil quinientos años siguientes fueron realmente mínimos. Las formas esenciales se mantuvieron fijas. Este conservadurismo egipcio estaba reforzado por la religión.

Durante el Imperio Antiguo tuvo importancia el dios Ra (el Sol) (representado como figura humana con cabeza de halcón con un disco solar). Durante la Dinastía tebana, el dios Amón adquirió una importancia creciente y fue asimilado al dios Sol (Amón-Ra). Para los antiguos egipcios, el faraón encarnaba a todos esos dioses. Él era Ra y Amón de manera que lo representaban mediante actos que hacía el propio faraón.

Lo que contribuyó a reforzar el conservadurismo inherente a la religión egipcia fue la idea del maat. Se trata de un término que combina aspectos de los conceptos de verdad, justicia, orden, estabilidad, seguridad, etc. Una especie de armonía que era preciso mantener, pues regía el curso de los astros, la continuidad de los días, de las estaciones, etc. El objetivo del antiguo egipcio era vivir en concordancia con el maat.

Ésto es lo que hizo que la reforma del faraón Ajnatón fracasase. Intentó imponer un monoteísmo considerado herético y un nuevo realismo en el terreno artístico. A su muerte se restableció el orden previo.

La vida cotidiana del antiguo Egipto estaba totalmente impregnada de religión, con el culto a Amón-Ra, al faraón e, encarnación de dioses en la figura del rey y a las divinidades locales.

Los egipcios procuraban que tales placeres tuvieran una continuidad en la siguiente. Esto daba respuesta a la forma en la que enterraban los cuerpos: los disecaban en las arenas del desierto, hacían que no se pudriesen.

Los egipcios creían en una vida sobrenatural parecida a la divina y basada sobre cuatro principios distintivos. El ka  (cualidades divinas que daban vida eterna), el serdab,  una cámara anexa a la del sarcófago (se colocaban relieves, estatuillas y pinturas alusivas al muerto para que le reemplazaran en los trabajos más duros que debía hacer), el ba (durante la vida era el principio de energía del hombre, al morir, volaba al otro mundo; y el sekham (muy parecido al ka).

Los entierros en la época predinástica se realizaban rodeando los cuerpos de los útiles, objetos y recipientes con viandas que el difunto iba a precisar en el más allá.  Esta práctica derivó hacia la momificación, consistía en la deshidratación, embalsamamiento y fajado del cuerpo como preparación para el más allá.

1. Historia de Egipto.

Hacia el año 5500 aC aparecen los primeros poblados a lo largo del Nilo y, gradualmente, se van desarrollando dos culturas, una en el Alto Egipto, y otra en el Bajo Egipto.

La arquitectura popular se basa en el ladrillo de barro prensado reforzado con paja. Este material, revestido de un emplasto duro, es razonablemente durarero en el clima de Egipto.

Hacia el año 3100 aC Menes estableció una nueva capital en Menfis cuya posición, un poco más arriba del vértice del delta, permitía vigilar ambas mitades de Egipto.

Dada la excepcional importancia que tenía el control sobre el agua, levó muy pronto a la formación de un gobierno centralizado que administrase: medida del caudal, agrimensura anual de tierras, crecida y almacenamiento de excedentes, previsión de escasez…)

El faraón tenía la consideración de un  dios, el hijo de Ra, el dios del Sol. A su muerte, su lugar como dios viviente era ocupado por su hijo, mientras que el espíritu del faraón muerto se convertía en una deidad aún más poderosa, uniéndose a Ra en su viaje en barca a lo largo del Nilo celeste.

Para fines de la VI Dinastía, la monarquía centralizada y burocrática de los menfitas entró en decadencia, produciéndose una revuelta en el norte, debida a la ascensión de las clases subalternas. El resultado fue una ruptura en la administración del imperio Antiguo que condujo a la descentralización del poder conocida como Primer Periodo Intermedio. Durante la XII Dinastía se restableció la centralización del gobierno (Imperio Medio o Tebano) trasladándose la capital a Tebas, en este momento el poder residía en los sacerdotes de Amón, quienes pasaron a ejercer y dominar la extensa maquinaria de la burocracia.

En el 1575 aC, Egipto inicio una ambiciosa política expansionista, extendiendo sus dominios a Nubia, hacia el sur, y hacia el norte, a través de Palestina y hasta Mesopotamia. Este periodo es conocido como Imperio Nuevo. Entre sus monarcas estuvieron Tutmés III y Hatsepsut, la única mujer que ejerció funciones de faraón.

1. La pirámide escalonada de Zoser en Saqqara.

Las primeras sepulturas predinásticas eran unos rudimentarios fosos excavados en la arena a modo de criptas y cubiertos con losas de piedra. Esta práctica evolucionó hacia la construcción de un edificio encima de la cripta, cerrado por paredes de ladrillo de barro prensado. A medida que estos edificios adquirieron importancia, se incorporaron unas pequeñas salas para guardar las ofrendas de los productos que debían alimentar al muerto en su peregrinación y la cámara del doble del difunto, el serdab, con una escultura o imagen del fallecido. Estas tumbas tenían forma de tronco de pirámide rectangular, las conocemos como mastabas. Era frecuente agrupar varias de esas construcciones para diversos miembros de la familia, a fin de que el grupo familiar mantuviera en ultratumba la misma unión física.