Trabalho Sociologia da educacao - Extimidade nas redes sociais
Por: alejandro durand • 16/12/2018 • Trabalho acadêmico • 3.342 Palavras (14 Páginas) • 258 Visualizações
INSTITUTO SUPERIOR JOSEFINA CONTTE |
Sociología General |
Trabajo de investigación – Redes Sociales y el NARCISIMO.- |
Germán O. Maidana |
07/12/2018 |
Este trabajo de Investigación, aproxima a lector a las posibles causas de Narcisismo que se producen y se generan con las diferentes prácticas en las redes sociales, enfocada en una en particular “el WhatsApp”. Para tal análisis se realizó una relación dialógica entre los capítulos N°2 y 3 del “Hombre Postorgánico” y los capítulos N° 3,4 y 8 de “La intimidad como espectáculo”, ambos de Paula Sibilia; El capítulo de los likes de la serie “Black Mirror” y el levantamiento/análisis de encuestas a personas entre 18 y 35 años de ambos sexos. |
Para la elaboración de este análisis se utilizó una metodología con un énfasis interpretativo por medio de entrevistas realizadas a 20 personas de diferentes niveles socio-económicos, de ambos sexos, en el rango etareo de 18 a 35 años, estudiantes y profesionales.
Introducción
En toda sociedad existió y existe una puja de poder. Lucha constante en busca de alcanzar lo máximo y dominar/controlarlo todo.
El poder conlleva un determinado “saber” que da sentido y significado a “la verdad” que una comunidad acepta en un tiempo determinado, es decir, lo que fue verdad en el pasado, hoy puede ser rechazado y en el futuro ser cuestionada esta verdad actual. Parafraseando a Foucault “cada sociedad tiene la verdad que se merece”.
En la actualidad, con el avance tecnológico y más precisamente con la inclusión de internet, diferentes conceptos han sido cambiados, tales como el de “vida/muerte”, “personalidad”, “intimidad”, “privacidad”, “libertad”, “tiempo real”, “relaciones humanas”, entre muchos otros.
En la cotidianidad del uso de Redes Sociales las relaciones humanas son mediadas por pantallas, generando así practicas determinadas. Tales prácticas promueven “El Narcisismo”.
La idea de la vivir por más años, e incluso la de la vida eterna, ha rondado desde la antigüedad en los deseos del hombre, y en la actualidad dichas aspiraciones no han caído en el olvido. Asimismo, esto sumado a los grandes avances científicos y tecnológicos que se dan hoy en día, ha llevado a muchas ciencias a estudiar cómo conseguir esto. De modo que no es raro ver como los científicos, día a día, realizan diferentes avances en los conocimientos que les permiten el dominio de la naturaleza con el fin de lograr que la muerte deje de ser un obstáculo para el hombre.
Esto abre una puerta a la idea de crear máquinas con inteligencia propia, y nos hace pensar que tan lejos está la posibilidad de que se vuelva realidad lo que muestran películas como “Matrix”, “Inteligencia artificial”, “Yo, robot”, o “Terminator” ¿será que no es tan lejana “esa” realidad de crear máquinas con inteligencia como los humanos o incluso transferir nuestras conciencias a máquinas?
Lo que sí es real son los grandes avances de los que somos espectadores en la actualidad, y los cuales nos hacen preguntarnos cuál es el punto que separa la ficción de la realidad, y sobre todo hace que repensemos cuál es el papel que le asignamos a la técnica.
Según Paula Sibilia, apelando a los estudios del sociólogo y epistemólogo portugués Herminio Martins, quien recurre a dos figuras mitológicas occidentales (Prometeo y Fausto) para analizar las
bases de nuestra tecnociencia, plantea tales mitos, como metáfora para identificar dos líneas de pensamiento sobre la técnica.
En la mitología griega, Prometeo es un titán amigo de los mortales, a quienes les proporcionó el fuego (y junto a él, la técnica), motivo por el que obtuvo el castigo de los dioses. De esta manera la tradición prometeica tiene una visión netamente instrumental de la tecnología para alcanzar así los conocimientos científicos, cuyo fin es el “bien común” de la humanidad. Sin embargo también expone que hay límites con respecto a lo que se puede conocer, hacer y crear.
Por su parte, Fausto (cuyo mito es de origen incierto) es quien hace un pacto con el Diablo animado por ansias de crecimiento infinito, queriendo superar así sus propias limitaciones. Es así que la tradición fáustica concibe a la tecnología como el objetivo primordial del conocimiento científico, cuya meta consiste en superar la condición humana.
Sin lugar a dudas, en la actualidad, muchas metas de la tecnociencia no sólo consisten en mejorar las condiciones de vida de los hombres sino que también tienen como objetivo el dominio y la apropiación total de la naturaleza, intentando superar los límites impuestos por la condición humana, entendiendo así al cuerpo humano como una configuración orgánica obsoleta. De esta manera la autora a través de diferentes reflexiones que expone, concluye que se estaría produciendo un desplazamiento en la base filosófica de la tecnociencia occidental, pasando así de característica prometeicas a fáusticas.
Hoy en día, a partir de la revolución por los conocimientos en informática y biotecnología, se está produciendo una tendencia virtualizante, enfatizando el rol de la información. La biotecnología, a partir del Proyecto Genoma Humano permitió conseguir la lectura de la secuencia completa del genoma humano, estudiando la ubicación de cada uno de los genes en el ADN. Presentando así al cuerpo humano como una suerte de programa de computación que fue descifrado.
Por su parte, los nuevos avances en la teleinformática hacen que nos lleguemos a plantear en la posibilidad de crear máquinas inteligentes, que lleguen a pensar como los humanos. Acaso ¿será posible crear un programa de computadoras que simule las redes neuronales que se producen en el cerebro humano, y de esta manera poder incluso descargar nuestra esencia en un software, descartando así nuestro perecedero cuerpo? De esta manera, ¿la esencia del hombre es inmaterial, concentrada en la mente? ¿Y si la humanidad es sólo la información de nuestra mente, no habría diferencia con las computadoras y los seres vivos?
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