Contribuciones Espistemológicas A La Filosofía Intercultural

CONTRIBUCIONES EPISTEMOLÓGICAS

PARA LA FILOSOFÍA INTERCULTURAL

De Souza Oliveira, Henrique

San Miguel, Diciembre de 2009

Contribuciones Epistemológicas Para la Filosofía Intercultural

Introducción

I PARTE

LO EPISTEMOLÓGICO EN EL PENSAMIENTO INTERCULTURAL

1 – La Problemática Epistemológica Como Necesidad de lo Intercultural

1.1 - El Horizonte Epistemológico Occidental

1.1.1 – Caracteres de la Episteme Occidental

1.1.2 – Conformación Histórica de la Episteme Occidental

1.2 – Hacia una Apertura hacia Epistemológica

1.2.1 – Los Intentos de Apertura Desde la Epsiteme Occidental

1.2.2 – Las Condiciones de Posibilidad Epistemológicas de lo Intercultural

II PARTE

CONVERGENCIA ENTRE VIDA Y CONOCIMIENTO

APORTES EPISTEMOLÓGICOS

2 – El Marco Vital y Horizonte Epistemológico

2.1 – Hacia Una Nueva Conformación Epistémica

2.2 – La Totalidad de la Vida, el Todo Viviente

Conclusión

Bibliografía

Introducción

El presente trabajo quiere contribuir con la filosofía intercultural en lo que respeta a la problemática del conocimiento. Nuestra opción por afrontar ésta problemática ante el debate de la interculturalidad está motivada no solo por lo mucho por hacerse como también por necesidad de legitimar en el campo epistemológico a la diferencia, la diversidad y alteridad emergentes de la propia vida.

El trabajo se dividirá en dos partes. La primera trata de introducirnos en la cuestión de lo que se ha denominado filosofía intercultural, aquí seguimos explícitamente las formulaciones elaboradas por Fornet Betancourt. Ya la segunda parte explicitaremos el lugar originario desde el cual emerge cualquier horizonte epistemológico que pueda ad-venir. Se quiere con ello contribuir con la tarea de fundamentar y legitimar aquello que Fornet ha llamado la manifestación polifónica del multiverso de las culturas.

En éste sentido, señalaremos epistemológicamente la mutua reciprocidad que hay entre vida y conocimiento. La vida está asignada por el conocimiento, a la vez que el conocimiento está enmarcado por la vida. Ambos quizás sean inseparables, compañeros de camino del pensar humano. Por eso profundizaremos nuestra comprensión de conocimiento buscando tratarlo de la forma más amplia posible. Para eso haremos uso del término “horizonte epistémico.” Con el término podremos abarcar de modo general las distintas formas y perspectivas de conocimiento. Indicaremos como toda forma de conocimiento no es absoluta sino que tiene raíces en lo más concreto de la vida, en las transformaciones históricas. Así, lo Vital, como la totalidad viviente, es lo que tiene la supremacía ante toda forma de conocimiento.

De este modo, queremos indicar posibilidades de legitimidad del pensamiento intercultural pensando en ámbito epistemológico la problemática de la diferencia, la alteridad y la diversidad. Es una tarea que supone tanto la revisión como la restructuración de los conceptos que estructuran nuestro modo de entender y de conocer, pero que vuelve abrir caminos al pensar en el sentido de que el hombre pueda asumir con libertad la comprensión y el proyecto de su existencia.

I PARTE

LO EPISTEMOLOGICO EN EL PENSAMIENTO INTERCULTURAL

1 – La Problemática Epistemológica Como Necesidad de lo Intercultural

A cualquier uno que se asome a la historia de la filosofía puede darse cuenta que conceptos, ideas, sistemas, en fin, el camino del pensar humano siempre estuvo a par de procesos de transformación que fuertemente lo ha influenciado. No se requiere mucho para comprender que las condiciones contextuales condicionan el camino de la reflexión así como las ideas influyen sobre los acontecimientos. De este modo, se concluye fácilmente que la filosofía, en tanto esfuerzo por pensar ordenada, crítica y reflexivamente a la realidad y conferirle un sentido y dirección, se dará bajo contextos limitados por espacio y tiempo y con peculiaridades y pertinencias propias, pero a la vez siempre con ésta misma motivación elemental, a saber, generar verdades y conferirle sentido que cultiven y alimenten el vivir humano.

En éste sentido, el pensamiento humano, aunque con pretextos de universalidad y abstracciones, admite un estatus contingente, como una peculiaridad pertinente a la condición humana. El pensar es contingente, fáctico y concreto, respondedor de las interpelaciones e inquietudes más inmediatas de su situacionalidad espacio-temporal. En efecto, podemos indagar y especular el pensar filosófico – y con ello el carácter epistemológico en su significado más general – siempre y desde cuando entendida a partir del prisma de la contingencia, de la facticidad de la cual es deudor.

El pensar y todo su contenido epistemológico puede ser considerado a partir de la vitalidad que emerge y crece desde la diversidad y pluralidad que irrumpen en el suelo mismo de la realidad. Una realidad no comprendida teóricamente sino cargada de vitalidad y determinada por desafíos que le son impuestos por la circunstancialidad, la alteridad y la pluralidad.

La circunstancialidad se presenta a partir de peculiaridades que se presentan continuamente a la hazaña humana, y que hoy las vivimos bajo formas y amplitud nunca antes vista en la historia de la humanidad. Así lo son los fenómenos socio-económicos, políticos y culturales como la globalización, la inmediatez de de la información proporcionada por el avance tecnológico en los medios de comunicación, la consecuente concientización sobre distintas realidades y experiencias humanas, y con ello el reconocimiento de la diversidad