O Espirito Santo

UNIVERSIDAD ADVENTISTA DE BOLIVIA

FACULTAD DE TEOLOGÍA

La naturaleza del Espíritu Santo en la Biblia y en los Escritos Inspirados

Monografia Presentada En Cumplimento De Los Requizitos De La Matéria De Investigación

MAIA CARVALHO FILIPE ADLER

VINTO-COCHABAMBA-BOLIVIA

Tabla de contenido

Capítulo 1        2

1.1.        Introducción        3

1.2.        Importancia del estudio        3

1.3.        Propósito del estudio        3

1.4.        Precaución requerida por el tema        4

1.5.        Definición de personalidad        4

1.6.        Contextualización        4

1.7.        Síntesis de la Introducción        6

Capítulo 2        7

2.1. La Naturaleza y Divinidad del Espíritu Santo en la Biblia        8

2.2. Naturaleza        8

2.2.1. Testigos Bíblicos en Relación a la Personalidad del Espíritu Santo        8

2.3. Divinidad        11

2.3.1 Pruebas de la Divinidad del Espíritu Santo en el Antiguo Testamento        11

2.3.2 Pruebas de la Divinidad del Espíritu Santo en el Nuevo Testamento        13

Capítulo 3        16

3.1. La Naturaleza del Espíritu Santo y su Divinidad en los escritos inspirados.        16

Capítulo 4        19

4.1. Posición de la Iglesia Adventista del Séptimo Día sobre el Espíritu Santo        19

Capítulo 5        20

5.1. Conclusión        20

Bibliografía        21

Capítulo 1

1.  Introducción

¿Cuantas veces usted ya imagino vivir en la época de Jesús, presenciar los milagros que Él realizó y ser uno de Sus seguidores?

¿Cuantas veces usted pensó que los discípulos tuvieron más ventajas que usted por ter vivido al lado de Cristo? Ver su carácter, comportamiento su personalidad.

Naturalmente eso viene a nuestra mente, más no podemos nos olvidar que “el Espíritu Santo es ‘otro Consolador’ (...). Es por así decir el otro yo de Cristo, idéntico en naturaleza e carácter” ^[1]

1.  Importancia del estudio

El asunto de la personalidad del Espíritu santo es una cuestión de suprema importancia. Visto que negada su personalidad robamos su posición honrada en relación a los seres creados e tratando como una mera influencia, podemos pensar que de una u otra forma somos capaces de manipular-le o usar conforme queremos.

1.  Propósito del estudio

El propósito de esta investigación es llevar cada adventista del séptimo día y otros interesados a conocer y apreciar el carácter divino del Espíritu, disfrutando consecuentemente de una comunión más significativa con Él, además de ofrecer herramientas que le permitan presentar, con argumentos sólidos (vea 1 Pe 3:15), este importante asunto a los demás.

1.  Precaución requerida por el tema

“No es esencial que seamos capaces de definir exactamente lo que sea el Espírito Santo (…) La naturaleza del espíritu Santo es un misterio. Los hombres no la pueden explicar, porque el señor no le revelo. (...) Con relación a esos misterios demasiado profundos para o entendimiento humano, el silencio es oro”^[2] 

Entonces en ese estudio tomamos por base solamente lo que fue revelado.

1.  Definición de personalidad

Unas de las definiciones de personalidad de acuerdo con el Diccionario Houaiss es “el conjunto de cualidades que definen la individualidad de una persona moral”^[3] 

Luego concluimos que el Espíritu Santo por ser una persona no obliga necesariamente su visualización.

Según Edwin LeRoy Froom, “Hay cuatro predicados que caracterizan la personalidad: 1º Voluntad, 2º Inteligencia, 3º Poder, 4º Capacidad de amar” ^[4]

1.  Contextualización

Ideas heréticas sobre la divinidad y la personalidad del Espíritu Santo ya vienen de lejos. “Macedonio, obispo de Constantinopla, 341 a 360 d.C., Ya enseñaba que el Espíritu Santo era ‘ministro y siervo’ en el mismo nivel de los ángeles. Cría que el Espíritu Santo es una creatura subordinada al Padre y al hijo. Eso era una negación de la verdadera divinidad del Espíritu Santo”.^[5] En 381 d.C., el Concilio de Constantinopla condeno esas ideas de Macedonio.

¿Sería el Espíritu Santo plenamente divino como el Padre y el Hijo? A mediados del siglo XX, los adventistas del séptimo día habían llegado a esa conclusión. Para ellos, “lo que puede decirse de la sustancia de la naturaleza divina del Padre puede ser dicho también acerca del Hijo y del Espíritu.”^[6]

En tanto, se ve hoy día que esas viejas herejías sobre la persona del Espíritu Santo ven siendo resucitadas, sea por mera curiosidad teológica especulativa, sea como medio de atacar la Iglesia y sus doctrinas.