A Guerra Cibernética

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CURSO DE ESTRATEGIA MILITAR

MATERIA: ESTRATÉGIA MILITAR

La Guerra Cibernética:

Escenario actual y premisas

por el Coronel Márcio Faccin de Alencar

Año 2018

La Guerra Cibernética: escenario actual y premisas

por el Coronel Márcio Faccin de Alencar

      “..la ciberguerra supone tratar de saberlo todo acerca de un adversario mientras se evita que sepa mucho de nosotros mismos. Significa alterar en beneficio propio el equilibrio de información y conocimiento, especialmente si el de fuerzas nos es desfavorable. Y tal como sucede en la economía civil, implica emplear conocimientos de forma tal que sea menor el gasto de capital y mano de obra”

Alvin Toffler

La sociedad mundial viene pasando por grandes transformaciones, en la llamada Era de la Información, caracterizada por la gran convergencia de las tecnologías de las computadoras y de las comunicaciones, empleadas para procesar, transmitir y almacenar la información^[1].

La integración de las telecomunicaciones y de la informática a través de redes de computadoras, creó un nuevo espacio (el ciberespacio), de amplitud mundial, donde circulan informaciones relevantes para la supervivencia de las organizaciones^[2].

En 2008, el Pentágono reunió a un equipo de expertos para tratar de definir el ciberespacio. En ese año lo definieron como “el dominio global dentro del ambiente de información, consistente en la red interdependiente de infraestructuras de tecnología de la información, incluyendo Internet, las redes de telecomunicaciones y los sistemas informáticos y procesadores”^[3].

Este mundo virtual (ciberespacio) es el campo de batalla de la guerra cibernética, una forma silenciosa de conflicto, trabado entre individuos, grupos no estatales, gobiernos y fuerzas militares, a través de acciones que pueden producir resultados en el mundo real^[4].

Conceptos como soberanía, bien delimitados en el mundo físico, se vuelven nebulosos cuando permean el espacio cibernético y carecen de reformulación o legislación que los ampare en esa nueva dimensión.

Según algunos expertos^[5], los ataques cibernéticos exitosos contra la infraestructura (sistemas financieros, redes de energía, controles de tráfico aéreo, etc.) de países fuertemente dependientes de tecnología de la información (TI), pueden causar daños imprevisibles de alto costo político, social y económico.

De este modo, la guerra cibernética representa la oportunidad para que individuos y pequeños grupos conduzca acciones asimétricas contra actores poderosos del escenario internacional ^[6].

En el campo militar, en esta nueva dimensión del conflicto moderno, el ritmo acelerado de la evolución tecnológica está siempre creando nuevas armas y debilitando defensas, aumentando la vulnerabilidad de las organizaciones militares, a medida que se vuelven más dependientes de la TI.

            Así, es fundamental que la Estrategia Militar dirija esfuerzos para proveer una doctrina de guerra cibernética eficiente, a través de una mayor integración entre los órganos que lo componen, aprovechando la infraestructura existente, desarrollando la contra-inteligencia y fortaleciendo la defensa nacional y la seguridad de la información.

            En este contexto, la idea general del presente EAB es presentar el escenario actual de la guerra cibernética y las premisas de esta nueva forma de conflicto.

El trabajo será dividido en dos partes. En la primera se buscará analisar el pensamiento estratégico de EUA, Rusia y China sobre el tema. En la segunda, el análisis se basará en premisas acerca de la cuestión cibernética. Finalmente se realizará una conclusión sobre el tema.

La Guerra Cibernética en el mundo

EUA

De acuerdo con el manual FM 3-13 (Information Operations, 2003, p. iii), el Departamento de Defensa (DoD) de Estados Unidos define que las Operaciones Cibernéticas involucran acciones tomadas para afectar a información y sistemas de información adversarios, al mismo tiempo que defiende sus propias informaciones y sistemas de información.

Según la doctrina norteamericana, los escalones División de Ejército y Brigada no tienen responsabilidades de planificación y ejecución de las acciones de ataque a redes de computadoras y de explotación de la red de computadoras (considerada una función de la Inteligencia). En teoría, el planeamiento de estas acciones es atribución de los escalones Cuerpo de Ejército y superiores, quedando la ejecución de las misiones, debido a su sensibilidad, a cargo del mayor escalón del Ejército presente en el Teatro de Operaciones o del United States Army Intelligence and Security Command - INSCOM .

Recientemente, el Ejército Americano activó su primer Network Warfare Battalion. La unidad no operará como un todo, sino en su mayor parte a través de destacamientos, apoyando fuerzas de combate convencionales, operaciones contra-terror en todo el mundo, así como operaciones conjuntas y combinadas de guerra cibernética. El batallón pertenece a la 704th Military Intelligence Brigade, que es a su vez subordinada al INSCOM.

        Con el fin de integrar la doctrina militar sobre el tema, se creó en 2010 el Comando Cibernético Militar de Estados Unidos (USCYBERCOM), principal órgano que trata sobre la guerra cibernética. Es un comando conjunto para coordinar las actividades cibernéticas de las Fuerzas Armadas. Tiene como misión planificar, coordinar, integrar, sincronizar y realizar actividades para dirigir las operaciones militares en el ciberespacio en el nivel DoD, a fin de garantizar libertad de acción y negar la misma a los adversarios.

        La ubicación del USCYBERCOM es estratégica, quedando junto a la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), la agencia de espionaje que se concentra en señales, inteligencia y protección. Este hecho permite un intercambio de recursos humanos y materiales, potenciando los resultados.

        Por lo tanto, el USCYBERCOM va a centralizar el mando de las operaciones estadounidenses en el ciberespacio, mejorando la capacidad del DoD de garantizar la seguridad de la información y la confiabilidad de las redes de comunicación. Es decir, la cibernética pasa a ser asunto de mando, no más administrativo o tecnológico.